No necesitas ser modelo profesional para verte increíble en tus fotos. Con unos cuantos trucos y la guía adecuada, puedes lograr resultados espectaculares. Aquí te compartimos algunos consejos útiles para posar y sacar el máximo partido de tu próxima sesión de fotos.
La postura es clave
La postura lo es todo. Estar encorvado o demasiado rígido puede cambiar por completo cómo te vas a ver en una foto. El cuerpo no debe estar rígido, piensa en alargarlo como si un hilo te estuviera tirando suavemente desde la parte superior de la cabeza, manteniendo la espalda recta, pero sin forzarlo.
Los hombros deben estar bajos y ligeramente hacia atrás. Esto te ayudará a proyectar confianza y evitará que tu cuello se vea tenso.
Además, debes evitar apoyar todo tu peso en ambos pies; en su lugar, desplaza ligeramente el peso a una pierna. Esto crea una pose más natural y favorecedora.
Usa las manos con naturalidad
Uno de los mayores desafíos al posar es saber qué hacer con las manos, las manos tienden a quedarse rígidas o en posiciones incómodas. Por para evitar esto puedes seguir estos consejos:
- Evita manos cerradas o apretadas: Mantén los dedos relajados y ligeramente curvados.
- Interacción natural: Juega con el cabello, coloca una mano en la cadera o apoya suavemente en un bolsillo. La clave es que la pose no se vea forzada.
- Mantén movimiento: No te quedes en una sola posición. Un buen truco es moverse ligeramente entre tomas, girar el cuerpo de lado, mirar en diferentes direcciones o cambiar el ángulo de la cabeza.
El rostro y la expresión
El rostro es la primera cosa que captamos en una foto. Por eso, es esencial que te concentres en transmitir la emoción adecuada.
La mirada puede cambiar por completo el tono de la fotografía. En lugar de mirar directamente a la cámara, prueba a mirar un poco más allá o enfocarte en un punto distante, lo que te dará una expresión más relajada. Es importante que no fuerces la sonrisa, ya que queremos que la expresión sea lo más auténtica posible.
Tip: puedes probar el “squinch” una técnica que consiste en entrecerrar ligeramente los ojos mientras mantienes el resto de la cara relajada. Es un truco muy utilizado para dar una sensación de seguridad y carisma.
Aprovecha el ángulo que te favorece
Descubrir qué ángulo es el que más te favorece puede marcar la diferencia. A menudo, girar ligeramente el rostro o inclinar el cuerpo un poco hacia la cámara crea un perfil más estilizado y atractivo.
Tip: Generalmente, el ángulo de 45 grados es muy favorecedor para la mayoría de las personas. También puedes practicar frente a un espejo antes de la sesión para ver qué posiciones te resultan más cómodas.
Estar relajado
A veces los nervios nos juegan una mala pasada, ya que si estás nervioso, incómodo o tenso se va a notar en las fotos, ya sea en los hombros, las manos o incluso en la expresión facial. Para evitarlo, confía en tu fotógrafo. Un buen profesional te guiará en cada paso, dándote indicaciones sobre cómo colocarte y qué hacer con tu cuerpo. Además, es fundamental que te sientas cómodo en el ambiente, ya que eso se traducirá en una actitud más natural frente a la cámara.
Tip: Antes de la sesión, puedes practicar algunas respiraciones profundas para liberar el estrés.
Busca inspiración
Siempre puedes buscar inspiración en diferentes fuentes para poder hacerte una idea clara de las poses que te gustan y cuál es el estilo que quieres proyectar. Puedes explorar medios digitales como Pinterest o Instagram o también portfolios de fotógrafos profesionales.